Para un retrato corporativo, ponte de pie o siéntate recto para proyectar confianza y profesionalidad, manteniendo los hombros hacia atrás pero relajados. Inclina ligeramente el cuerpo hacia un lado, en lugar de mirar directamente a la cámara, y gira la cabeza hacia ella para conseguir un aspecto más dinámico. Ofrece una sonrisa genuina para transmitir cercanía, u opta por una expresión neutra si se adapta mejor a tu imagen profesional. Asegúrate de que tus ojos miran directamente a la cámara para crear una sensación de compromiso y confianza. Por último, relaja las manos y los brazos, colocándolos con naturalidad a los lados o sobre una superficie si estás sentado, para evitar la rigidez.